Cuando era pequeña, estoy y hablando que yo estaba en kínder, tenía unos primos que vivían en Cd Chihuahua a los cuales visitábamos muy seguido debido a la inestabilidad y mala relación de sus padres, nuestras mamás se juntaban los fines de semana y nos quedábamos con ellos en Chihuhua de visita.
El hijo menor, que era un año mayor que yo, solía amenazarme si decía algo, normalmente nos besábamos, me acorralaba, encerraba, tocaba, me obligaba a hacerle sexo oral, frotar nuestros cuerpos aún sin desarrollar, tengo recuerdo aproximado a mis 5 años cuando falleció su hermana, en ese entonces los visitamos aún más, luego al año falleció mi tía, su mamá, duramos largas temporadas visitándolos o él quedándose en casa con nosotros, cada vez ponía más resistencia y él no desistía en amenazarme, golpearme o echarme la culpa siempre, usaba lo que le sucedía para manipular a los demás y hacerme ver que yo le hacía daño a él, recuerdo que comencé a replicar con muñecos lo que hacíamos, también recuerdo una vez que lo tiré de la cama y empecé a golpearlo, no estaba segura de que estaba pasando, fue un abuso que duró muchos años, la última vez que lo vi nosotros teníamos entre 15 y 16 años y aún me molestaba a pesar de que ya no me hacía nada, me veía de formas inadecuadas y hacía comentarios.
Sabía que lo que hacíamos estaba mal debido a que nos teníamos que esconder, pero no sabía que era lo que estaba mal así que recuerdo que comencé a ver porno sin intención de generar algún placer en mí, sino de ver y entender que pasaba con los cuerpos cuando hacían esas cosas, al no haber vivido penetración no sabía que me había pasado.
Muchos años después ya estando en universidad mi mamá llorando me pregunto que, si alguna vez alguien me había hecho algo, recuerdo verla con mucha sorpresa pues creí que ella siempre había sabido e ignorado pensando que solo eran besos.
Unos 3 años luego de eso volvimos a tocar el tema y le conté más a fondo que era lo que él me obligaba a hacer, siempre era satisfacerle sus necesidades, recuerdo como empujaba mi cabeza contra su cuerpo.
Le dije a mi mamá que recuerdo una vez que ella dijo "no permitas que nadie te toque", conteste, "¿ni siquiera mi papá?", ella dijo "no"
Ahí entendí un poco mejor que si mi papá, que era mi máxima autoridad masculina, no podía, nadie más podía, comencé a poner límites, a negarme y a defenderme cada vez más, a los 8-10 años ya era más difícil que me manipulara y a los demás, ya teníamos otros cuerpos, desarrollados, periodo, etc. ya sabíamos más cosas del cuerpo y de la sexualidad, gracias a Dios y a la vida, que me lo fue alejando cada vez más así que cuando hablé con mi mamá por última vez me pidió permiso para enviarle un mensaje en el cual le cerró las puertas de la casa amenazando que si volvía a buscarme o intentar y hablar conmigo le diría a toda la familia lo sucedido, para esto, el aún me buscaba en redes sociales tratando de contactarse conmigo.
Uno de los principales motivos por los que jamás dije nada de mi abuso, además de la vergüenza, asco y pena, recuerdo que no estaba segura de que me había pasado si no existió penetración, también porque repliqué con otras niñas lo sucedido, con varias amigas solía besarlas y tocarnos, luego e la adolescencia casi juventud me costaba mucho tener relaciones, novio, pareja, besos, estar a solas con un niño, todo eso siempre me causo mucho miedo inseguridad e incomodidad, después no conseguía concentrarme en el momento detener relaciones y muchas cosas que hacía me remontaban a mi niñez y momentos del abuso, luego finalmente en 2021 fui victima de una violación lo cual hizo que todo colapsara y caí en una depresión severa terminando en una clínica de tratamiento residencial en el cual me interné por intento de suicidio.
Esta es mi historia de abuso.
Bienvenido a mamá con ciencia
Soy Paula, mamá de 3 hermosos hijos, psicóloga de niños y adolescentes y asesora educativa familiar.
